Ejercicio recreativo casual puede ser más saludable que el competitivo

 


El ejercicio casual no competitivo sería más saludable que el ejercicio a nivel competitivo o de alto rendimiento


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El ejercicio puede presentar diversos beneficios para la salud, pero no todos los ejercicios son iguales, como no todas las personas se encuentran en las mismas situaciones. 

Como analogía a esto, antes, en América Latina, se recomendaba consumir alimentos ricos en hierro, e incluso usar reconstituyentes con hierro; esto se debió al contexto de mala alimentación y desnutrición que imperó en muchos países de América Latina. Una recomendación similar en la actualidad no tendría el mismo impacto cuando la carencia de hierro en la dieta ahora es poco usual.

Así mismo, como la analogía anterior, no todas las personas tienen los mismos requerimientos así como no todos los ejercicios son iguales. Y no me refiero solo a la división ejercicio de fuerza - ejercicio cardiovascular.

La evidencia apunta a que hay ejercicios más saludables que otros. Por ejemplo, los ejercicios cardiovasculares se perfilan como más saludables que los de fuerza para la salud cardiovascular, según el último estudio grande sobre el tema publicado por la sociedad cardiológica europea. 

Sin embargo, el esfuerzo al que es sometido el cuerpo durante el ejercicio pudiera tener un mayor impacto sobre la salud.

Los ejercicios competitivos intensos son los menos saludables

Cuando se dice que los deportistas parecen tener mejor estado de salud que la población convencional, tenemos que entender 2 cosas:
  1. Probablemente no se distingue el tipo de ejercicio deportivo que se practica, sino que se suman todos por igual. Esto provoca que se evalúe como iguales ejercicios muy saludables con otros que pudieran ser incluso insalubres. Tampoco se distingue entre categorías (élite y categorías menores)
  2. Probablemente no se distingue entre personas normales, enfermas u obesos. Todos estos pudieran formar parte de lo que se considera "población normal"
La realidad es que sí hay indicios de que algunos ejercicios pudieran ser saludables, y, de hecho, pudieran ser prácticamente todos. La cuestión es que el ejercicio a nivel competitivo no parece ser la mejor opción en muchos casos.

Por ello, en la actualidad incluso hay estudios que plantean que el ejercicio a nivel competitivo representaría más riesgos que beneficios para la salud. O por lo menos no representaría ningún beneficio para la salud de las personas. 

También, hay estudios que han planteado que las actividades deportivas intensas (regularmente son los deportes competitivos vistos en televisión), aumentarían el riesgo de muerte súbita si se les compara con personas que no practican ningún deporte. 

Pero, aunque estas parezcan contradicciones con respecto a estudios (que son muchos) que indican que la práctica deportiva parece ser beneficiosa para la salud, en realidad esto tiene explicación. 

Los deportes pueden ser competitivos y recreativos, los deportes competitivos en general suelen ser más peligrosos para la salud que los deportes recreativos. Aunque esto tampoco siempre es así.

Hay estudios que plantean que no todos los deportes a nivel competitivo son iguales, por ejemplo, hay estudios que indican que los ejercicios furza-cardio pueden reducir la mortalidad (carreras de velocidad, o ejercicios de intervalos, por ejemplo). Pero, no se plantea lo mismo de los ejercicios de potencia (halterofilia, gimnsia o levantamiento de pesas en general). 

Por ello, si aislamos el deporte competitivo solo al atletismo notaremos que en este caso el deporte nuevamente parece ser saludable. Pero, como plantea otro estudio, si comparamos el atletismo de fuerza-cardio con el atletismo de potencia, el atletismo fuerza-cardio sería mejor para la salud y reduciría más la mortalidad.

Esto nos lleva a comprender que no todos los deportes tienen el mismo impacto sobre la salud. Los deportes recreativos suelen ser positivos, y dentro de estos, los cardiovasculares son mejores que los de fuerza. 

Pero decir que el cardio es siempre mejor que fuerza para la salud, no parece tampoco del todo preciso si vamos al deporte a nivel competitivo.

Un estudio encontró que pueden haber deportes cardiovasculares a nivel competitivo que pueden aumentar la mortalidad más que la halterofilia. De los deportes estudiados, el glof sería la mejor opción, y el ciclismo la peor:

  • 56 años para ciclistas
  • 66 años para levantadores de pesas
  • 75 años para jugadores de rugby
  • 92 años para golfistas
Estas son evidencias de que no todos los deportes tienen un mismo impacto sobre la salud. El deporte a nivel competitivo parece ser menos saludable en muchos casos (no en todos estaría probado).

El deporte o ejercicio de fuerza parece ser más saludable si es bajo un enfoque atlético, y menos saludable si es bajo un enfoque de levantamiento de pesas. 

Incluso, hay al menos un estudio que plantea que los deportes que emplean simultaneamente tren superior y tren inferior (pudiera ser un ejemplo el escalar, remar, o hasta artes marciales -dependiendo de cómo se apliquen-), son más saludables que aquellos deportes que emplean uno de los dos, como el fútbol que emplea más el tren inferior.

Finalmente, recordemos que estos estudios no suelen verificar todas las variables implicadas. Por ejemplo, las muertes a menor edad en deportes como el ciclismo y levantamiento de pesas también pudieran estar vinculadas con un alto uso de esteroides anabólicos y otras sustancias para mejorar el rendimiento deportivo. El estudio citado antes se limitó a evaluar la entropía metabólica, solamente.

Casos observacionales: Deportes que aumentan el riesgo de muerte prematura

En base a observaciones, de los deportes populares el fútbol y el levantamiento de pesas serían los que más aumentarían el riesgo de muertes prematuras producto de problemas de salud, sin incluir accidentes. 

El fútbol estaría entre los principales deportes causantes de muertes súbitas. Ello junto a correr largas distancias (running) y el ciclismo. 

No obstante, el running estaría entre los deportes atléticos que más apoyaría favorablemente a la longevidad. Por tanto, aunque de riesgo por la causa de muerte súbita, pudiera ser más beneficioso a largo plazo que los otros dos, en especial que el ciclismo.

En el fútbol podemos encontrar casos de muerte súbita que van desde jóvenes de 15 años, hasta jugadores de más 40 años. Y el sexo femenino tampoco escaparía de esto.

Por otro lado, los casos de levantadores de pesas muertos de forma algo prematura (antes de los 60) son múltiples también. Desde el caso del varias veces ganador de la competencia del hombre más fuerte del mundo, Jon Pall Sigmarson, muerto mientras hacía peso muerto a los 32 años, pasando por Mike Mentzer, inventor del heavy duty, muerto a los 49 años; hasta Alfredo Martín, muerto no hace tanto a los 30 años. O cultursitas femeninas como Raechelle Chase, muerta de 40 años de forma repentina.

Aunque los fans pudieran argumentar que Jon Pall Sigmarson y Mike Mentzer fallecieron a causa de problemas cardíacos previos. Siendo realistas, esto sería como la diabetes tipo 2 y cualquier enfermedad crónica, incluyendo el cáncer. El riesgo de que se presenten de forma mortífera si se lleva un estilo de alimentación y ejercicios saludables ser vería notablemente reducido (lo mismo la muerte súbita en fútbol).

Si se busca información en internet se pueden encontrar muchos ejemplos más, y estos solo son unos pocos ejemplos.

Estos son casos relacionados con temas cardiovasculares a corto plazo, sin mencionar accidentes como pueden ser  no tan poco comunes en deportes como el ciclismo y levantamiento de pesas. Por ejemplo, un culturista indonesio no hace mucho falleció porque se le recargó en el cuello-nuca una carga que no pudo soportar (posiblemente al perder el equilibrio o algo parecido).

Los estudios citados anteriormente a esta sección de muertes prematuras, plantean que estos deportes tampoco son saludables a mediano y largo plazo.

Conclusión: ejercicio recreativo y cardiovascular es la mejor opción para la salud en la mayoría de las personas

La evidencia actual apunta a que los ejercicios intensos a nivel competitivo (deportes de alto rendimiento) no son la mejor opción para la salud y, en diversos casos, pudieran ser contraproducentes para la salud.

Esto no contradice múltiples estudios que plantean beneficios en la práctica de ejercicio, incluyendo ejercicios de fuerza, sino que propone que no todos los métodos de ejercicio tienen el mismo efecto sobre la salud. Por lo que se recomienda ser selectivo.

Los ejercicios de fuerza tampoco es que no sean saludables, no es así en diversos casos, pero los ejercicios cardiovasculares se perfilan como una opción notablemente mejor. En materia de salud cardiovascular, los ejercicios de fuerza ni aún combinando 50 y 50 con cardio pudieran ser tan efectivos como cardio solo para la salud cardiovascular. 

Del mismo modo, prácticas con una intensidad media-alta aún pudieran ser saludables, pero un entrenamiento de alto rendimiento pudiera ser menos saludable o hasta perjudicial para la salud.

Los ejercicios de fuerza pudieran beneficiar el desarrollo de la masa muscular de forma notablemente superior al cardio, pero no haría falta para el mantenimiento de una musculatura funcional para las actividades básicas como caminar, correr, subir y bajar escaleras, jardinería, etc. Los ejercicios de fuerza que aumentan más la hipertrofia pudieran requerir un trabajo excesivo que pudiera perjudicar la salud y el bienestar a mediano y largo plazo (incluyendo provocar que el cuerpo se vuelva menos ágil y más propenso a la fatiga). 

El cardio por sí solo pudiera ayudar a desarrollar y mantener una musculatura funcional básica, suficiente para actividades convencionales que no requieran grandes cantidades de masa muscular. 

Por ejemplo, el cardio pudiera desarrollar suficiente fuerza como para cargar cómodamente -relativamente hablando- unos paquetes del supermercado notablemente pesados de 80 libras (relativamente hablando, pesados para ser paquetes del supermercado), pero el ejercicio de fuerza con pesas pudiera desarrollar tanta fuerza como para cargar cargas surrealistas para un ambiente convencional (como 260 o más de 300 libras). 

El ejercicio de fuerza no parece ser la primera opción en materia de salud y bienestar. Aunque pudiera ser útil en aspecto fisioterapeuticos, tampoco se requeriría un entrenamiento que conduzca a una hipertrofia considerable. 

En conclusión, se recomienda ser selectivo con los ejercicios, y se plantea que en la mayoría de los casos una rutina cardiovascular (correr, gatear, caminar, ejercicios de intervalos, etc.) resultaría como la mejor opción (con excepción de casos especiales, como quienes no pueden realizar cardio por discapacidades físicas, por ejemplo).


(Como creyente en el Dios del cielo, el Padre de Ieshu el Ungido, por supuesto que creo en milagros.
Sin embargo, en este escrito no vine a hablarte sobre milagros sino a exponerte mi trabajo como investigador independiente)