Dieta Keto (Dieta cetogénica)

 

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Dieta Keto (dieta cetogénica): ¿Qué es? ¿Para qué puede ser útil? ¿Efectividad?




La dieta keto o dieta cetogénica es un tipo de dieta que busca cambiar la forma en que nuestro organismo obtiene la energía necesaria para sus funciones básicas. 

Los humanos obtenemos energía (en condiciones normales), de los carbohidratos, en un proceso conocido como glucólisis. La dieta keto evita o restringe notablemente el consumo de carbohidratos para forzar al cuerpo a usar otro mecanismo de obtención de energía.

En este caso, la dieta keto fomenta un mecanismo conocido como cetosis, el cual es un estado donde el cuerpo comienza (en resumen) a usar la grasa almacenada en el cuerpo como fuente de energía.



Índice


En este artículo no abordaremos cómo conseguir entrar en cetosis, ni cuán efectiva es para diversos temas de salud. Hay indicios de que la dieta keto pudiera ser útil ante problemas serios de salud como la epilepsia, la diabetes tipo 2, los problemas cardiovasculares y hasta el cáncer.

Sin embargo, la dieta keto pudiera ser más famosa por su aporte a la perdida y mantenimiento del peso coarporal.

Diversos expertos, como el doctor Eric Breger (en YouTube), o como los de dietdoctor, defienden y promueven esta dieta. Pese a que otros advierten de sus posibles riesgos para la salud. Hay diversos puntos de vista entre expertos sobre la dieta keto (algunas respuestas sobre la dieta keto contestadas por un médico estadounidense).

La dieta no está probada como segura, ni siquiera como 100% eficaz en asuntos como la perdida de peso.

Por ejemplo, una publicación en genotipia (Genética Medica News), plantea que la dieta keto pudiera inducir a enfermedades cardíacas. Esta publicación se basó en un estudio realizado por investigadores de la universidad de Shichuan. Concluyendo que la dieta Keto (o dieta cetogénica), no es recomendable para personas sanas por posibles efectos secundarios adversos para la salud del corazón. 

La dieta keto afecta la biogénesis mitocondrial lo que pudiera llevar al surgimiento de fibrosis cardíaca, además, el consumo adecuado de fibras que pudieran beneficiar a la salud cardíaca en general, se ve reducido por esta dieta. Esto también impacta negativamente en la microbiota intestinal y en el sistema inmune, no solo en el sistema cardiovascular. 

De hecho, se ha observado que las dietas altas en grasas influyen negativamente en las funciones metabólicas de las bacterias intestitnales, lo que se ha relacionado con la obesidad.

Además, no hay estudios suficientes para determinar con precisión todos sus riesgos a largo plazo, muy especialmente cuando se comienza con esta dieta en edad pediátrica (en niños).

¿Puede la dieta keto ayudar a bajar de peso?

Sí. Pero solo sería a corto plazo (el resto sería "fuerza de voluntad").

La dieta cetogénica pudiera ayudar a bajar de peso, sin embargo, su efectividad no sería muy diferente a otras dietas y, de hecho, las dietas bajas en proteínas (casi vegetarianas) han mostrado ser más efectivas en este sentido.

Por ejemplo, un estudio entre diabéticos encontró que una dieta baja en calorías y cantidad de proteína normal pudiera producir prácticamente los mismos beneficios que una dieta keto baja en calorías, en materia de perdida de peso.

Sin embargo, los estudios a corto plazo sí plantean una ventaja de la dieta keto ante dietas normales. Pero, cuando nos fijamos en estudios a largo plazo notamos que la dieta keto (alta en proteínas) no tiene ventajas significativas ante dietas normales. La dieta keto también produce rebote a largo plazo, como cualquier dieta.

Aunque, quizás algunos hombres con obesidad (sin diabetes) prefieran esta dieta para bajar de peso, no porque realmente ayude a bajar más peso que otras dietas bajas en calorías, sino porque pudiera evitar que la testosterona baje con la bajada de peso, y una dieta keto muy baja en calorías, incluso, pudiera aumentarla. 

Esto pudiera plantear también, que la dieta keto pudiera ser más efectiva que otras para la recomposición corporal (perder grasa y ganar músculo).

En teoría, tanto una dieta keto como una normal, pudieran ayudar a bajar de peso, pero eso dependerá de la adherencia a la dieta. El problema es que en la práctica, prácticamente nadie se adhiere a estas dietas a largo plazo.  

Esto pudiera explicar por qué, pese al aumento de la popularidad de la dieta keto y otras, no hay indicios de que el problema de la obesidad vaya en retroceso. 

¿Son correctos los fundamentos de la dieta keto?

No.

La dieta cetogénicas (que puede incluir diversos tipos de dietas), no se basa en evidencia sólida, sino que en suposiciones.

Los fundamentos de la dieta cetogénica, se basan en la hipótesis de lo que supuestamente era la dieta básica de los humanos en el pasado, desacreditando por completo el consumo dominante de carbohidratos (sin importar la fuente). Este tipo de dietas también pudieran entrar en dietas paleo.

Los partidarios no se enfocan en la realidad de que no todos los alimentos ricos en carbohidratos son iguales, y que algunos alimentos ricos en carbohidratos no solo son nutritivos, sino que aportan beneficios a la salud.

Aunque es correcto que alimentos ricos en carbohidratos, como azúcar de mesa, o harinas refinadas, tienen potencial para dañar la salud.

Sin embargo, parece correcto el enfoque de que algunas dietas altas en carbohidratos engordan. Pero, también, algunas dietas altas en proteína pueden engordar.

Los estudios apuntan a que el problema de la obesidad no son en sí los carbohidratos, sino que primero el tipo de carbohidratos y luego la cantidad de calorías ingeridas tendrían mucho más que ver. Por ejemplo, un estudio encontró que una dieta alta en proteíanas y carbohidratos normal, promueve la ganancia de peso corporal y aumenta los riesgos cardiometabólicos. 

Ese estudio puede coincidir como lo observado en poblaciones como la estadounidense o de países del llamado primer mundo, cuyas dietas suelen ser altas en proteínas de origen animal y llenas de carbohidratos procesados y ultraprocesados.

Dicho estudio nos plantea que las personas que hacen dieta keto probablemente no bajan de peso porque consuman proteínas y grasas de forma elevada, sino porque entran en cetosis. Es decir, es la falta de carbohidratos en la dieta, y no el elevado consumo de proteínas o grasas, lo que conduce a bajar de peso.

¿Si reducimos las proteínas, se bajará de peso? Sí, reducir las proteínas puede ayudar a bajar de peso y, como antes se mencionó, las dietas bajas en proteína parecen ser más efectivas que la dieto keto para bajar de peso.

¿Si reducimos los carbohidratos, se bajará de peso? Sí, reducir los carbohidratos pudiera ser una forma efectiva de bajar de peso, muy especialmente si son carbohidratos de alimentos refinados. 

Y si nos enfocamos en el tema de las grasas, los estudios desde hace mucho, y aún los recientes así lo plantean: Las dietas altas en grasa producen sobrepeso y obesidad. Incluso, hay estudios que apuntan a que el simple consumo de grasas influye en la obesidad.

Es una realidad según las evidencias de diversos estudios, el consumo de grasa aumenta la obesidad.

Sin embargo, no todas las grasas se vinculan con la obesidad. Y, contrario a lo que han difundido los defensores y partidarios de la dieta keto, hay estudios que plantean que el consumo de grasas lácteas no influye negativamente en la obesidad.

Los partidarios de la dieta keto sostienen que los humanos en el pasado eran cazadores y no criaban animales, por tanto, se debe evitar el consumo de lácteos. Pero, una cosa es lo que se supone que es real, y otra es la realidad.

Otro tipo de grasa saludable, serían los ácidos grasos omega-3 (EPA y DHA) y en especial los monoinsaturados (como los que hay en el aceite de oliva). Estas grasas pudieran beneficiar la salud cardiometabólica, mejorando la resistencia a la insulina y reduciendo el riesgo cardiovascular. 

Los EPA y el DHA se encuentran es pescados. 

En conclusión (respecto la dieta keto)

Tanto las dietas altas en carbohidratos refinados, como altas en grasas, son negativas para la salud. Las dietas altas en grasas y las dietas altas en carbohidratos refinados, también fueron asociadas con aumento de hígado graso. Por el contrario, el mismo estudio encuentra que un consumo de cereales integrales se relaciona con una disminución del riesgo de padecer hígado graso.

Estudios como este, y otros, desmienten la hipótesis keto de que el problema son los carbohidratos, o que la solución es comer más carnes. En realidad, los alimentos más saludables suelen ser de origen vegetal, aunque también muchas comidas insalubres tienen el mismo origen (como los azúcares o siropes). 

Las dietas keto pudieran ayudar a bajar de peso, pero su efecto no sería notablemente diferente a otras dietas que tengan el mismo objetivo, no siendo exenta al efecto rebote, con el agravante de que sus efectos secundarios pudieran ser notablemente perjudiciales para la salud. Por eso, no se recomienda en personas relativamente sanas, o que pudieran bajar de peso usando otras dietas.