Dieta a base de cereales y lácteos frente a carnívoras (paleo)

 


Dietas a base de cerealeras (integrales) y lácteos son notablemente más saludables que las dietas altas en carnes


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Las dietas a base de cereales integrales muestran mayores beneficios para la salud que las dietas altas en carnes. 



Los habitantes de Cerdeña, en Italia, consumen muchos cereales (en especial cebada), y muchos lácteos. Un 73% de la dieta de los habitantes de Cerdeña está compuesta por cereales (47%) y lácteos (26%). Estos lácteos serían a base de leche de oveja y de cabra, principalmente (como todo lácteo, también tienen lactosa).

Si incluimos las frutas y los vegetales, la gente en Cerdeña alcanzaría junto con los cereales y lácteos un 90% del total de su dieta. Pero del 100% total de la dieta, solo un 1% representaría a las frutas, 12% sería verduras y 4% legumbres. 

Las carnes en la dieta de estas personas solo representarían un 5%.

Sin embargo, lo interesante aquí es que Cerdeña cuenta con el mayor número de hombres más longevos del planeta en la actualidad. 

Este no es un caso aislado, pues también tenemos a los habitantes de Ikaria, en Grecia, que llevan una dieta estilo mediterránea (rica en cereales integrales y no pocos lácteos) y también se cuentan entre los hombres que mayores edades alcanzan y que de mayor salud biológica gozan.

O qué tal un lugar en Estados Unidos, como Loma Linda, donde los habitantes con dietas a base de cereales pueden encontrarse hasta unos 10 años más con mejor salud que el resto de habitantes de Estados Unidos. 

Aunque cuestionada su extrema longevidad, los habitantes del valle Hunza, en Pakistán, de quienes se dice no hay pruebas de que alcanzaran las edades que se les atribuían, superiores con notoriedad a los 100 años (incluso 130 años); no parece que se pueda desmentir categóricamente que sí viven muchos años gozando de cuerpos relativamente saludables con dietas a base de cereales integrales.

Algunos mencionarán, del por qué países como Australia, con alto consumo de carne, están entre los que mayores tasas de longevidad tienen. La explicación a esto pudiera estar más en el sistema de salud que en las dietas de las personas. Australia en un ranking reciente ha sido catalogado como el tercer país con mejor sistema de salud a nivel global, superado por Corea del Sur y Japón y seguido por Francia y Alemania.

En el caso de Australia, por ejemplo, las enfermedades cardiovasculares han ocupado un sitial entre las principales causas de muertes en años recientes. Otra causa de muerte que se menciona es la dieabetes, lo que apunta a un cuadro de enfermedades crónicas (cardiometabólicas) propias del síndrome metabólico, relacionado con la mala alimentación, pero que se puede tratar y controlar con medicación alargando así los años del paciente. 

Los esquimales, por ejemplo, con un sistema de salud menos eficiente y con un alto consumo de carnes, tienen expectativas de supervivencia biológica más bajas, de entre unos 71 años. Y los estadounidenses promedio alcanzan ahora más años, pero viven enfermos y bajo medicación desde edades cada vez menores

Estas son evidencias poblacionales, pero se puede desarrollar también sobre qué dicen los estudios.

¿Qué dicen los estudios sobre esto? (Carne, o cereal integral y leche)

Los estudios parecen apuntar a que dietas como la dieta keto, dietas paleo, y otras dietas ricas en grasas y carnes, pero pobres en alimentos de origen vegetal, son más dañinas que beneficiosas. 

La dieta keto, por ejemplo, aunque pudiera ayudar a bajar de peso (por vía de intoxicación, al menos en parte, perece) y tener efectos positivos en algunas enfermedades como la diabetes, la epilepsia, e incluso el cáncer, es una dieta que aumentaría el riesgo de diversas enfermedades, en especial cardiovasculares.

Las dietas bajas en alimentos de origen vegetal (especialmente por la fibra), pudieran afectar a la microbiota intestinal, e incluso al corazón. Las dietas como keto, afectarían a la biogénesis mitocondrial, lo que pudiera conducir a fibrosis cardíaca. 

Además, aunque el principal inconveniente de las dietas estilo keto sean las grasas, consumir elevadas cantidades de proteína de origen animal quizás sea más perjudicial que saludable a largo plazo.

Por el contrario, consumir cereales integrales, como por ejemplo el pan integral y el arroz integral, se relaciona más con menor riesgo para la salud. De hecho, hay estudios que apuntan a que consumir alimentos integrales reduciría el riesgo de prácticamente todos los tipos de cáncer conocidos, menos el de próstata (y, por supuesto, no aumentan el riesgo de cáncer de próstata). 

También, los cereales integrales, reducirían el riesgo de enfermedades cardiovasculares considerablemente. Esto al parecer por la fibra que ayudaría a reducir el colesterol total, y el colesterol LDL.

A la inversa, el consumo elevado de carnes, especialmente rojas (cerdo y res) y embutidos, se ha asociado significativamente (aunque levemente) con aumento del riesgo de cáncer, y también considerablemente con aumento de riesgo cardiovascular cuando se trata de carne de res y embutidos. 

Con respecto a la leche, si es una fuente natural (libre de hormonas y químicos), además de un consumo moderado de alimentos de origen animal y calorías en general, no debería engordar y pudiera ser saludable. La leche pudiera ser uno de las mejores bebidas isotónicas actualmente, es decir, una de las mejores opciones para reponer electrólitos que se pierden al sudar después de hacer ejercicio o cuando hace calor. Además, es una de las principales fuentes de calcio natural.

Las carnes son relacionadas con mayor número de enfermedades, sin embargo, aunque algunas se relacionan con menor riesgo cardiovascular (como las que poseen grasas poliinsaturadas que incluyen los omega 3, omega 6 y omega 9), también se asocian con aumento del riesgo de padecer cáncer.

En cuanto al gluten y la lactosa. El gluten es una proteína que se encuentra en algunos cereales, pero que no afecta a muchas personas, solamente a un pequeño grupo llamado celiacos. Mientras que la lactosa es un azúcar que se encuentra en la leche y lácteos, pero que aunque afectaría a muchas personas (intolerancia a la lactosa), en la mayoría suele ser algo leve la intolerancia. 

La antropología y la genética humana (Dieta paleo)

La dieta paleo es un mito actual sobre lo que comían los humanos en el pesado. Este mito indica que los humanos del pasado eran todos cazadores y por ende consumidores de carne.

La realidad es que hay evidencia que desde aquellas épocas, los humanos consumían cereales. Quizás la evidencia, por ser reciente, la desconocen y siguen difundiendo la dieta palea basada en un mito.

Además, los pueblos cazadores en la actualidad no son simplemente cazadores, sino que son cazadores recolectores, como los hadza de Tanzania, en África, que son principalmente vegetarianos. 

Uno de los pueblos cazadores recolectores que más carne consume son los Aché de Paraguay, y se estima que un 50% de ellos pueden llegar a alcanzar los 60 y 70 años de vida biológica en la selva. Estos, aunque también desarrollan enfermedades que son comunes en las civilizaciones occidentales, como el cáncer, dicha enfermedad suele aparecer de forma tardía y es prácticamente desconocida en sujetos no ancianos. 

Sin embargo, los achés parecen tener un envejecimiento prematuro si consideramos que se menciona que sus aptitudes físicas comienzan a fallar mucho antes de los 60 años, planteándose los primeros signos de mortalidad relacionada con el envejecimiento (énfasis en signos de mortalidad) a partir de poco después de los 30 años. 

Los achés son gente activa, en especial los hombres, que se la pasan gran parte del día cazando y buscando miel.

Por su parte, los hadza de Tanzania tienen una expectativa de supervivencia baja. Sin embargo, esta menor supervivencia, o mayor número de muertes a edades tempranas, entre los hadza, estaría relacionada más con muertes durante los primeros años de vida que con una alta mortalidad temprana en adultos. 

Pero, en lo que coinciden los hadza con los aché de Paraguay, sería en la percepción de envejecimiento. Los hadza parecen considerarse viejos antes que poblaciones más civilizadas, como la polaca. La percepción de envejecimiento entre hadzas estaría aproximadamente después de los 30 años. (Esto es un poco parecido a la percepción en el deporte, 35 años en adelante, más o menos).

Una explicación resumida de este ejemplo con cazadores-recolectores, sería que aunque la alta cantidad de actividad física que realizan y su convivencia con la naturaleza actúan como un reductor de enfermedades cardiometabólicas y cáncer, no es suficiente para frenar el envejecimiento cuando se está ante una dieta rica en carnes. De modo que los síntomas relacionados con el envejecimiento pudieran apreciarse primero entre estos grupos que en gente de otros lugares.

Dentro de los cazadores recolectores los que mayor mortalidad presentan serían los hiwi, de Venezuela. Pero, la causa de muerte entre este y otros grupos estaría más asociada a la cacería y a la violencia entre humanos, que a la vejez. Esto no sería de extrañar considerando que pocos llegan a edades superiores a los 60 años. 

Otra cosa que parecen tener en común estos grupos es que la mayor parte de las proteínas de sus dietas son a base de carne, en contraste con Cerdeña y otros lugares donde las personas suelen vivir muchos más años y sin enfermedades consumiendo poca carne. 

Además, estos grupos de cazadores-recolectores muestran un comportamiento tribal ancestral más parecido a la competitividad del deporte que a la supervivencia. La evidencia parece apuntar a que los cazadores realizaban estas prácticas más que para sobrevivir, como una forma de mostrar poder ante su grupo, lo que en la actualidad se visualiza como una especie de competencia entre hombres jóvenes.

Por ejemplo, los hadza parecen preferir cazar presas grandes, incluyendo jirafas, que les confieran un estatus social mayor, que presas más convenientes y menos arriesgadas como aves (cazan aves, pero el que caza una jirafa aportaría más al grupo). 

Por este y otros motivos, como la reproducción, las prácticas como la cacería no parecen ser las más convenientes para la proliferación de la especie humana. Pues, además de la corta esperanza de vida que presentan, los pueblos cazadores suelen contar con los hombres con menores edades con capacidad reproductiva, en comparación con pueblos de pastores y agricultores. Los pastores turkana, según un estudio, son los que presentan mayor nivel de reproducción en la vejez.  Aunque el estudio también menciona que esto pudiera estar asociado con las prácticas polígamas de este pueblo.

Consideremos también, que el desgaste físico a lo largo de su vida biológica al que se someten los cazadores es tremendo, lo que pudiera explicar los signos de envejecimiento prematuro que presentan los pueblos cazadores y también pudiera estar asociado con su baja tasa reproductiva. Pese a que esas actividades también pudieran estar asociadas con menor riesgo cardiometabólico y de cáncer.

Los pueblos cazadores en la actualidad son pequeños numéricamente, y reflejan lo difícil que es para los humanos proliferar en estas condiciones. Lo mismo pudo haber ocurrido en el pasado, pero, la realidad es que la humanidad fue aumentando en número rápidamente porque dese hace mucho comenzó a consumir cereales y a usar animales domésticos, de los que obtenía carne y leche de una forma más humana (biológicamente hablando). 

Finalmente, los pueblos pastores con mayor consumo de carnes tampoco es que tengan un gran estado de salud. Por ejemplo, un estudio plantea que el consumo de altas cantidades de carne debido al pastoreo, pudo haber provocado mutaciones en el ser humano que luego condujeron al surgimiento de enfermedades autoinmunes, pues esta práctica dietética afectaba la microbiota intestinal.

Conclusión (Carne o cerelaes)

Las dietas paleo o carnívoras parecen estar enfocadas para personas que buscan vidas biológicas breves, aunque quizás intensas. Como ocurre con los cazadores-recolectores actuales.

Quienes siguen dietas paleo quizás busquen solamente beneficios momentáneos, sin poner atención al riesgo que pudiera tener a largo plazo, expuestos a envejecimiento prematuro y muerte antes de tiempo.

En cambio, quienes siguen dietas a base de cereales integrales, con una poca ingesta de carne, parecen tener envejecimientos tardíos y mantenerse por más años sin signos de envejecimiento. 

Sin embargo, no se puede realizar objetivamente una asociación directa entre el consumo de carne y cereales integrales, respectivamente, y el envejecimiento. Recordemos que los cazadores-recolectores llevan estilos de vida exigentes físicamente, que pudieran tener que ver con este envejecimiento prematuro reportado.

Quienes siguen dietas altas en proteínas de origen animal, específicamente carnes (no así lácteos), parecen enfermar más y tener una supervivencia biológica menor. Esto lo podemos apreciar en poblaciones de países y pueblos, donde la tendencia es que en los países y pueblos donde más se consume carne el riesgo cardiometabólico es mayor que en donde se consume menos.

En conclusión, el estilo de vida paleo parece perjudicial para quienes buscan llegar a edades avanzadas de forma saludable.


(Como creyente en el Dios del cielo, el Padre de Ieshu el Ungido, por supuesto que creo en milagros.
Sin embargo, en este escrito no vine a hablarte sobre milagros sino a exponerte mi trabajo como investigador independiente)